
Pecorino es el nombre de una variedad italiana de queso curado elaborado a partir de leche de oveja (“pecora” en italiano).
De las cinco variedades principales de Pecorino, siendo todas ellas denominación de origen, el Pecorino Romano es probablemente el más famoso.
Las otras cuatro variedades DOP son el Pecorino Sardo de Cerdeña; el Pecorino Toscano, la variedad toscana del Pecorino Sardo (hecha casi exclusivamente por sardos que emigraron al sur de la Toscana con sus rebaños en la década de los años 1950); el Pecorino Siciliano (Picurinu Sicilianu en siciliano) de Sicilia y el Pecorino de Filiano en Basilicata. Todos estos tipos se encuentran en varios estilos según el tiempo de maduración. Los quesos más maduros, llamados stagionato (curado), son más duros pero siguen conservando una textura quebradiza y tienen un sabor claro a mantequilla y nuez. Los otros dos tipos, semi-stagionato (‘semicurado’) y fresco tienen texturas más tiernas y sabores más suaves a nata y leche.
En el sur es tradicional añadir granos de pimienta negra o escamas de pimiento rojo al Pecorino. Actualmente se añaden muchos otros ingredientes, como por ejemplo nueces, rúcula o trozos diminutos de trufa blanca o negra. En Cerdeña se introducen intencionadamente larvas de la mosca del queso al Pecorino Sardo para obtener la delicia local llamada casu marzu.
Un buen Pecorino stagionato es a menudo el postre de una comida, servido con peras y nueces o rociado con miel de castaño fuerte. El Pecorino también se usa a menudo rallado sobre platos de pasta, siendo la alternativa autóctona y mucho más barata al Parmigiano Reggiano. Hoy en día no se entiende platos como el sugo all’amatriciana, la pasta cacio e pepe o la pasta alla gricia sin esta ralladura de queso.
Se acompaña con Cannonau di Sardegna si se toma como postre, si no con Merlot, Cabernet o Montepulciano d’Abruzzo.